martes, 18 de marzo de 2008

Niños hiperquinéticos

Están en permanente actividad física, no se concentran y tienen problemas en el colegio. Son chicos hiperquinéticos, de una impulsividad extrema, que con frecuencia sufren también el Síndrome del Déficit de Atención. Si tiene un hijo con estas características, sepa reconocer el trastorno, para así ayudarlo y ayudar a todo el grupo familiar.

¿Qué es la hiperquinesia?

La hiperquinesia es un trastorno de la conducta infantil que se manifiesta con los siguientes síntomas:


- Actividad motora excesiva.


- Dificultad para concluir una tarea.


- Inquietud, imposibilidad de permanecer sentado. A menudo los niños hiperquiné­ticos mueven en exceso las manos y los pies.


- No se entretienen con un juguete por mucho tiempo, enseguida se aburren y ne­cesitan cambiar de actividad.


- En el colegio no consiguen concentrarse durante las clases, se mueven en su silla, ha­cen ruido y distraen a sus compañeros.


- A veces presentan conductas destructivas y actitudes agresivas.


- Les cuesta organizar su trabajo y dejan tareas sin terminar, porque se distraen y ol­vidan lo que estaban haciendo.


- En ciertos casos presentan trastornos del sueño: padecen insomnio, no consiguen dormir toda la noche, etc.


Estos síntomas suelen aparecer antes de los siete años, y -por lo general- están aso­ciados a una disfunción del comportamien­to, pero pocas veces van acompañados de daño o lesión cerebral. Se ha comprobado que la exposición del feto a la nicotina, el alcohol y las drogas también es un factor que contribuye a la aparición de la hiper­quinesia.


Como tratar a los niños hiperquinéticos


Síndrome del Déficit de Atención con Hiperactividad (ADHD- Atention Deficit/Hiperactivity Disorder)

Muy asociado con la hiperquinesia, este síndrome se manifiesta, principalmente, en la escasa atención que los niños ponen en las tareas que desempeñan. Los chicos que padecen este trastorno no siguen las ins­trucciones de los adultos, y esto se eviden­cia —ante todo- en el ámbito escolar. Por lo general el déficit de atención va acompaña­do de hiperactividad, aunque no siempre es así.


La impulsividad es otro trastorno que está ligado al ADHD. Los niños impulsivos no saben respetar turnos, hacen siempre lo que quieren antes que lo que deben e incluso responden antes de que se les pregunte. Hay que diferenciar los tres tipos de com­binaciones que pueden presentarse entre ADHD, hiperquinesia e impulsividad:

Combinado: el niño presenta tanto sín­tomas cognitivos (déficit de atención) co­mo motrices (hiperquinesia, impulsividad). Es el tipo más frecuente.


Predominio de déficit de atención: evi­dencia más síntomas cognitivos que motri­ces.

Predominio de hiperactividad: hay más síntomas de hiperquinesia e impulsividad que de falta de atención.


Diagnóstico y tratamiento

Muchas veces los docentes son los prime­ros en darse cuenta de que un niño puede padecer hiperquinesia o Síndrome del Défi­cit de Atención. Esto es así porque pueden comparar la conducta del niño con trastor­nos con la del resto de los chicos y así no­tar la diferencia, incluso antes que los pa­dres.


Si se sospecha que un niño sufre algunos de estos problemas, lo primero que se debe hacer es consultar con el pediatra, quien a su vez derivará la consulta a un profesional especializado en neurodesarrollo. Una vez realizado el diagnóstico, el trata­miento combina tres aspectos fundamenta­les:


- La adecuación de las opciones educativas: el niño hiperquinético debe estar en un am­biente escolar que lo ayude a superar su trastorno pero sin dejar de hacer las tareas normales que reali­zan los demás chicos.


- La psicoterapia: se ha comprobado que la terapia -junto con el apoyo familiar - ayuda al niño a expresar sus sentimientos y colabora en el proceso de trata­miento de la hiper­quinesia.


- Si el médico lo indicara, trata­miento farma­cológico. Aun­que éste debe ser un último re­curso, ya que los medicamentos pueden tener efectos insospechados en el desarrollo inte­lectual y emocional del pequeño. Los especialistas afirman que la hiperactivi­dad mejora con el tiempo y que los sínto­mas cambian su expresión con la edad. Lo importante es no esperar una cura milagro­sa, acudir al médico si se evidencian los sín­tomas de la enfermedad, no esperar para iniciar el tratamiento y aprender a con­vivir con el niño que padece este trastorno. Además, no olvidar que fi cada caso es diferente y sólo el pediatra -junto con neurólogo y el psicoterapeuta- puede determinar ' cuál es el mejor tratamiento para ca­da chico.

martes, 4 de marzo de 2008

La alimentación de los niños alergicos

Puede llegar a ser realmente desagradable para el niño y, por otra parte, desesperante para la madre, ver como la carita de su hijo es invadida por una erupción, o se le inflaman párpados y boca.


Si esto no pudo evitarse a tiempo y ya vivió la expe­riencia, sabe bien de qué se está hablando. Pero para quien afortunadamente nunca vivió tal situación, como siempre, la sugerencia se centra en la prevención.

Y para poder prevenirse, es preciso saber que alimentos tales como la leche, el huevo, el trigo, el arroz, la carne de cerdo, el chocolate, las frutillas, la cebolla y los tomates son los alimentos más frectientes como responsables del desarrollo de manifestaciones alérgicas de tipo alimenti­cio en los niños. Y entre sus manifestaciones cutáneas, es­tán la inflamación de párpados y labios.


COMO DEBE SER LA ALIMENTACION DE LOS NIÑOS ALERGICOS


Leche:

El rechazo suele ser hacia la lactosa contenida en ella y que generalmente se manifiesta en los primeros quin­ce días del recién nacido.


Para ellos existen algunas alternativas como la leche de soja u otras fórmulas preparadas en el mercado especial­mente para ellos, como puede ser la leche sin lactosa o hipoalergénica, que puede encontrarse en algunas farmacias.


Huevo:

Estas reacciones pueden incluso ser muy severas, lle­gando a cerrar el tracto respiratorio del niño, manifes­tando también irritación en cara, labios y ojos.


Se recomienda que la primera vez que vaya a darle huevo a su hijo, pruebe con una muy pequeña cantidad, primero con la yema y después con la clara, ya que así sabrá si alguno de los dos elementos es alérgico o sólo uno. Tenga en cuenta que la clara es normalmente la que ocasiona reacciones alérgicas.


Atención. Si su hijo es alérgico al huevo, no debe re­cibir la vacuna del sarampión o triple viral, ya que están hechas con embrión de huevo y pueden dañar severa­mente a su bebé.


Si le interesa, existe una vacuna alternativa para estos niños hecha a base de células diploide humana y hay va­rias cepas.


Fresa y chocolate:

Es más difícil que el pequeño sea alérgico a estos ali­mentos; sin embargo, cuide de su hijo cuando asista a al­guna fiesta de cumpleaños, ya que es allí donde ingieren por primera vez un chocolate.