jueves, 15 de mayo de 2008

Consejos para padres primerizos

EN EL MATRIMONIO UN BEBE TRAE ALEGRÍA, EXCITACIÓN Y MUCHOS CAMBIOS. DESCUBRA COMO SE PUEDE LOGRAR UNA ADAPTACIÓN FELIZ A LAS TRANSFORMACIONES QUE OCURREN DURANTE EL EMBARAZO Y A LOS DESAFÍOS QUE IMPLICA LA LLEGADA DEL PRIMER HIJO.

Tener un hijo es una de las experiencias más importantes y trascendentes para una persona. Todo cambia con la lle­gada del primer niño. Durantes los primeros meses, el ma­trimonio se encuentra gozoso por la presencia del nuevo integrante, pero también debe afrontar el cansancio, la irritabilidad y la incertidumbre que provoca el crecimiento del peque­ño. Quizás se trate, para los padres, del mejor de los tiempos, pero también del período en el que deberán afrontar algunas de las transformaciones más importantes en la vida de un ser humano.


LOS MEJORES CONSEJOS PARA PADRES PRIMERIZOS


Para que la integración del bebé a la pareja pueda lograrse felizmente y sin mayores dificultades, es conve­niente prepararse desde el embarazo.


El nacimiento de un niño implica un cambio en la estructura social previa. Como grupo, hasta ese momento eran una pareja, ahora pasan a ser una familia y, como individuos implican un cambio de posición, mientras que hasta ese momento se ubicaban como hijos, ahora serán padres.

Todo esto necesita de una elaboración psíquica tanto consciente como inconsciente, donde se re­crean viejos vínculos: cómo se relacionó uno con sus progenitores, en qué cosas quiero ser como ellos y en cuáles no deseo "ni parecerme". Es cuando surgen interrogantes como por ejemplo ¿podré ser tan buen pa­dre como los míos?, ¿me equivocaré tanto como ellos...?


Las futuras mamas pueden sentir que su pareja no le da la misma im­portancia al bebé que a ella, parece­ría que el esposo no tiene tanto "in­terés" en el hijo por venir.


La mamá está en mejor posición durante el embarazo, tiene un con­tacto muy íntimo y directo con el bebé, ya marcado desde lo biológico. Al padre le cuesta más el acerca­miento, necesita más tiempo para hacerse a la idea de que va a tener un niño.


Por otro lado, hay una tendencia general a la retracción en la mujer embarazada: se encierra en su mun­do, en sus fantasías y anhelos... Esto hace sentir a su marido desplazado o "cambiado" por la "panza". Para evi­tar o suavizar este sentimiento, lo mejor es la participación en los pre­parativos y el diálogo o intercambio de las fantasías que cada integrante de la pareja deposita en el bebé: ¿qué cosas desea cada uno para este ni­ño?, ¿cómo lo imaginan?, ¿qué te­mores albergan en sus corazones?


Es necesario que los futuros padres compartan el embarazo de distintas formas tales como:

-Comprar juntos el ajuar del bebé.

-Pintar los dos la cuna y el dormi­torio.

-Buscar y elegir el nombre.

-Asistir al curso de preparto, las visitas al obstetra, la realización de las ecografías.

-Tocar la panza para sentir al bebé.

-El esposo puede hacer masajes o mimos a la mamá, por ejemplo colocándole crema para prevenir las estrías.

lunes, 12 de mayo de 2008

Alergias en los niños

Las personas que padecen este trastorno se caracterizan por ser hipersensibles frente a ciertas sustancias, razón por la cual reaccionan, involucrando los pulmones o la piel.


Estas sustancias son llamadas alérgenos y son las que desencadenan la reacción alérgica. Muchos están en el aire y son inhalados pero otros se encuentran en los alimentos y en los medicamentos.



Entre los más comunes se pueden citar el polen, los hongos, los ácaros, el polvo doméstico, las plumas, el humo del cigarrillo.



Generalmente, el organismo humano desarrolla una inmunidad natural o adquirida frente a estos alérgenos, por medio de complejas reacciones químicas; pero en personas con menos suer¬te el sistema inmunitario puede ser sensible a las sustancias extrañas. En Estados Unidos, uno de cada seis individuos padece alguna alergia grave.



Las alergias mas comunes en los niños



• La más común es la rinitis alérgica, reacción de la mucosa nasal frente a alérgenos de transmisión aérea. Provoca estornudos, picazón en la nariz, ardor en los ojos y bloqueo nasal.


• Le sigue el asma bronquial, que padecen unas 100 millones de personas en el mundo. Se puede convivir con la alergia, ya que no es un trastorno grave, y tomar precauciones, en especial en los chicos cuya predisposición al nacer puede ser controlada desde el inicio de la infancia. Por ejemplo, se debe:



• Estimular la lactancia materna, puesto que se ha comprobado que previene todo tipo de enfermedades.



• Favorecer la vida al aire libre ya que la mayoría de los alérgenos se encuentran en los espacios cerrados.



• Evitar la colocación de alfombras, cortinas o muñecos peludos en las habitaciones de los bebés, porque acumulan estas sustancias.



• Ventilar la casa periódicamente y controlar que no se acumule polvo en ella.



• No fumar delante de los niños ni en las habitaciones en las que ellos juegan.

Vida afectiva y social durante el embarazo

Vida afectiva y social durante el embarazo



• Llevar adelante una vida sexual normal atendiendo los cuidados que puedan presentarse en cada caso, o las limitaciones durante el período avanzado del embarazo, no traerá consecuencia alguna.



• Evitar toda situación dramática que pueda afectar emocionalmente a la embarazada.



• Visitar amigos o parientes que se encuentren internados, siempre que no padezcan de alguna enfermedad infecciosa.



Errores de la vida afectiva y social durante el embarazo



• No es bueno mantener relaciones sexuales que impliquen movimientos violentos o bruscos, fundamentalmente cuando el embarazo presenta algún tipo de complicación.



• Evitar la excesiva "vida nocturna", en ambientes cerrados y cargados de humo y música a volumen demasiado elevado.



• Es desaconsejado concurrir a estadios de fútbol o conciertos de rock en los que se puedan producir avalanchas, aglomeraciones y corridas debido a la cantidad numerosa de público.



• Vivir jornadas de trabajo intensas, corriendo de un lado para el otro.



• Llevar a cabo actividades laborales que constituyen una carga física pesada, o el manejo de sus-tancias tóxicas o radioactivas, o si se debe permanecer de pie durante mucho tiempo.



• Aquellas mujeres que trabajan en hospitales, clínicas o sanatorios, o en i cualquier centro asistencial relacionado con la atención de la salud, sean médicas, enfermeras o paramédicas deberán cuidarse del contacto con enfermos que padezcan niales infecciosos altamente contagiosos.


• Las maestras que no hayan padecido la rubéola o no se encuentren adecuadamente vacunadas deberán asegurarse sobre la probable existencia en el colegio de cualquier tipo de enfermedad infecciosa.



• Evitar en la medida de lo posible las discusiones y los ambientes emocionalmente alterados o tensos para prevenir discusiones acaloradas o peleas fuera de control que son muy dañinas para la salud de la mamá embarazada y, por consiguiente, para el niño.

domingo, 11 de mayo de 2008

Los celos en los niños

Cuida a su hermanito de maravillas y nunca, pero nunca, se enoja con él. Es un chico obediente, ordenado y silencioso. Ayuda a levantar la mesa y nunca protesta".


Es probable que un niño así se esté defendiendo de unos celos que percibe como prohibidos o peligrosos mediante un mecanismo que los psicoanalistas denominan "formación reacciona!". O sea, muestra un sentimiento inverso al real: es extremadamente bueno para no de­jar aflorar su "maldad".


El pequeño no puede reconocer en sí mismo sentimientos agresivos y celosos, por­que se sentiría malo, y esto le resulta intolerable. Su excesiva amabilidad le impide el contacto con su ira natural.

Que pasa si los niños no demuestran los celos


¿Qué hacer para ayudar a un niño con estas características?: hay que darle permiso para estar celoso o enojado. Hay que decirle que sus sentimientos son naturales y normales. Explicándole que sus padres han sentido lo mismo cuando eran niños.


Los celos no reconocidos en la infancia alterarán las relaciones con los demás en la edad adulta, por eso se debe ayudar al niño a enfrentarlos y aceptarlos, para que pueda su­perarlos y ser un adulto emocionalmente sano.

lunes, 5 de mayo de 2008

Celos de los niños por sus hermanos

La repercusión emocional e inevitable que produce en el hijo mayor, no debe asustar a los padres. Los celos son parte de la vida y aquí le damos algunas pautas para enfrentar este especial momento familiar.

De un día para el otro, el primogénito siente que la mirada de papá y mamá ya no se dirige exclusivamente a él y que esta situación se diferencia mucho de lo que él imaginó cuando ellos le contaron que su hermanito, ese ser que él iba a querer tanto, estaba por llegar. La familia y los amigos vienen a conocer, muy curiosos, al nuevo habitante de la casa, le traen regalos, dicen que es hermo­so, que se parece a mamá, a papá o un poco a los dos. ¿Y él? ¿Cuál es el lugar que ocupa ahora el hermano mayor?


Celos de los niños por la llegada de sus hermanos menores


La regresión, una reacción normal

Una de las respuestas más frecuentes del niño ante el impacto emocional que le provoca la llegada de un hermanito, son las regresiones. Esta reacción es algo así como desandar un camino ya recorrido. Es volver atrás, un retorno a una etapa o momento del desarrollo que el niño ya había superado. Esto se nota, por ejemplo, cuando el pequeño aprendió a pedir a la mamá que lo lleve al baño y ahora es posible que se olvide y vuelva a mojar la cama o a ensuciar sus ropas. También puede ocurrir que de pronto desaprenda a hablar y comience a expresarse en un nivel del lenguaje anterior al que ya había alcanzado, o que se vuelva más dependiente y reclame a los padres su atención en todo momento. En un principio, aunque molestas, estas llamativas manifestaciones emocionales del hermano mayor, estos particulares modos de llamar la atención, deben considerarse como reacciones normales y su aparición y permanencia transitoria no debe inquietar ni alarmar a los padres. Claro que si duran muchos meses ya es conveniente consultar con el pediatra o psicólogo, para ver si además de la llegada de un hermanito le está ocurriendo algo más al chico.


Otra posibilidad: la agresividad

Esta puede ser otra manifestación del fuerte conflicto de amor y odio desencadenado en el niño mayor por la llegada del bebé. Así, el niño tendrá conductas típicas: abrazará tanto al bebé que quizá termine haciéndole daño, intentará jugar o ver lo que hay dentro de sus juguetes y romperlos, o bien tropezará rodando por el suelo a cada rato, provocándose a sí mismo el daño que inconscientemente desearía ocasionar al intruso.

Estos claros y desagradables sentimientos de hostilidad que todo el mundo conoce por el clásico nombre de celos, no deben ser motivo de preocupación. Ahora bien, si los padres detectan exagerados impulsos destructivos (el niño puede dirigirlos hacia el bebé, el resto de las personas y objetos de su entorno o hacia sí mismo), deben acudir al especialista. Esta consulta también será ineludible si los padres observan que el niño se enferma reiteradamente. Muchas veces las enfermedades suelen tener su origen en un conflicto psíquico, de modo que los síntomas corporales no son otra cosa que la forma que dichos conflictos encontraron para poder expresarse. La agresividad eligió el propio cuerpo como destino.


Razones por las que el niño reacciona:

En sus fantasías, el hermanito lo despojó de todo lo que tenía. Esta serie de manifestaciones desagradables es el modo de expresión de su lucha por afirmarse, por conservar su lugar privilegiado en el corazón de los padres, un lugar que siente ahora en peligro.


Por otra parte, esta revolución de afectos refleja el gran esfuerzo psíquico que el mayorcito debe realizar para integrar en toda su complejidad la nueva situación, para aceptar a su hermano en su entorno.