jueves, 21 de febrero de 2008

Opciones a la hora del parto

En las últimas décadas, las mujeres comenzaron a ejercer un mayor control sobre su propia salud. Hoy en día, muchas de ellas desean tener a sus bebés de manera más natural, en vez de escoger un alumbramiento manejado médicamente. En esta nota, le contamos cuáles son las distintas formas de traer un niño al mundo.


Cuales son las distintas opciones a la hora del parto

• Parto natural moderno:

Generalmente, la futura mamá se lo pide con anticipación al oPstetra de cabecera. El facul­tativo está presente en el parto, pero no Inter­viene a menos que sea necesario; la mujer adopta la posición que le resulta más cómoda y si no lo desea, no re­cibe calmantes.


• Parto asistido:

Es el más común y se realiza bajo el control de los obstetras, de acuerdo con la política que el hospital o sana­torio ¡mplemente. El hecho de que esté supervisado por un es­pecialista, resulta fun­damental para aque­llas mujeres que pue­dan tener complicacio­nes en el embarazo y en el parto.

Se utiliza frecuente­mente anestesia peridural, y el monitoreo fetal electrónico es una práctica habitual. Por medio de esta última técnica, los profesio­nales perciben los pe­queños cambios en el estado del bebé y pueden actuar en con­secuencia. En este ti­po de alumbramiento hay mayor cantidad de Inducciones y cesá­reas.


• Parto hogareño:

Para considerar la po­sibilidad de este tipo de parto, los médicos recomiendan que exis­tan el antecedente de, al menos, un parto normal anterior. La embarazada debe asegurarse de que ésa sea la mejor opción para ella y es esencial que haya contactado previamente una par­tera que la asista.


• Parto acuático:

Se realiza en una pisci­na poco profunda en la cual la incipiente mamá se relaja, cuan­do las contracciones llegan a su nivel más alto. Estas piscinas son, en principio, un medio para aliviar el dolor y no es necesa­rio que el alumbra­miento se produzca en el agua. Los alumbra­mientos acuáticos siempre deben ser su­pervisados por un es­pecialista.


• Parto activo:

Es básicamente aquel en el que la mujer per­manece activa, se mueve libremente y adopta la posición que prefiere. Los métodos de preparación para este tipo de parto ya se han incorporado en los cursos de pre-parto y se ha comproba­do que los movimien­tos y posiciones que permiten que las con­tracciones uterinas se dirijan hacia abajo, empujando al bebé hacia el piso, llevan a un nacimiento más efi­ciente. Ponerse en cu­clillas, arrodillarse, sentarse o permane­cer de pie pueden ayudar a aliviar el dolor y asegurar una mayor comodidad.


• Parto asistido por la pareja

Toda mujer que está por dar a luz, debería tener junto a ella a al­guna persona, ade­más del equipo médi­co, para que le dé aliento y contención. El mejor asistente es su pareja, especialmente si ambos concurrieron a las clases de preparto y él sabe cómo ayu­darla en cada etapa del alumbramiento. Los estudios demostraron que la conten­ción física y emocional de una persona con­fiable, pueden dismi­nuir la necesidad de drogas para aliviar el dolor de una mujer que va a dar a luz.


Las endorfinas, los calmantes naturales:

Las endoríinas son pequeñas moléculas de proteínas, produci­das por células del cuerpo. Actúan como enzimas que disminu­yen el dolor, trabajan­do sobre lugares es­pecíficos del cerebro, la médula espinal y to­das las terminaciones nerviosas. Además, se supone que estas pro­teínas también tienen efecto sobre el control de las reacciones cor­porales frente al es­trés, sobre la regula­ción de las contraccio­nes de las paredes in­testinales y uterinas y sobre la determinación del estado anímico. Cada persona tiene una respuesta endorfí-nica individual, lo cual posiblemente provoca que las reacciones de las mujeres frente al dolor de dar a luz, sean diferentes. En la mayor parte de ellas, la manifestación endorfínica aparece en un cierto momento del proceso del parto, ha­ciendo que, desde ese momento, el trabajo del alumbramiento sea tolerable.

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