A menudo, los padres de niños hiperactivos suelen padecer las consecuencias del trastorno de sus hijos. Como los chicos no se quedan quietos en ningún lado, no se los puede llevar al cine, y las salidas a comer son misiones imposibles.
Los padres comienzan a aislarse de su círculo de amigos y a reducir cada vez más su vida social. Además, deben escuchar a los maestros que les dicen que su hijo es un pequeño demonio, que molesta en clase y distrae al resto del alumnado, etc.
Como deben tratarse los padres de niños hiperactivos
La primera medida a tomar y ante la sospecha de hiperquinesia es, sin duda, acudir al médico. Una vez que el tratamiento del niño está en manos de profesionales, es aconsejable que los padres también reciban apoyo psicológico.
Esto les ayudará en el plano personal y en el ámbito familiar, como pareja y como padres. En lo que respecta a la vida social, deben intentar seguir llevando una vida normal: frecuentar a los amigos, salir en pareja.
Por difícil que resulte, la solución no está en recluirse sino en coordinar horarios, lugares y momentos, de manera que la pareja también tenga su propio espacio.
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