lunes, 25 de febrero de 2008

Los niños recuerdan desde los dos años

Los niños comienzan a recordar a partir de los dos años, dice un estudio de los Investigadores de la Universidad de Harvard. Descubrieron que a esa edad los niños han desarrollado una memoria lo suficientemente fuerte para repetir habilidades que les han sido enseñadas meses atrás. Los científicos dijeron que sus conclusiones agregan peso a la teoría de que los bebés de un año suelen ser olvidadizos porque las regiones del cerebro que almacenan y recuerdan retazos de memoria a largo plazo se encuentran aún en formación.


Los niños recuerdan cosas desde los dos años




Otros expertos dijeron que aunque esta nueva investigación confirma trabajos anteriores de que la memoria de los bebés mejora con la edad, no está claro la causa de este desarrollo. Los investigadores de la Universidad de Harvard sometieron a pruebas a tres grupos de bebés con edades diferentes, animándoles a que imitaran tareas como limpiar una mesa o depositar un papel usado en un cubo de basura.

Al mismo tiempo que eran animados a imitar cada tarea, los bebés eran ayudados con mandos verbales como "ihora de limpiar!". Cuatro meses después, los investigadores Utilizaron las mismas ayudas verbales y técnicas para ver si los bebés podían repetir las tareas.




Descubrieron que solamente el 11 por ciento de los bebés de 13 meses repitieron con éxito por lo menos una de las tareas que realizaron cuando tenían nueve meses.

Sin embargo, el 91 por ciento de los bebés de 21 meses fueron capaces de repetir por lo menos una de las tareas que imitaron a los 17 meses, y todos los bebés de 28 meses replicaron por lo menos una de las tareas que realizaron a los 24 meses. Con anterioridad, una investigación de la Universidad de Washington demostró que los bebés de seis meses pueden recordar acontecimientos solamente por 24 horas, mientras que los científicos en la Universidad de Minnesota descubrieron que la memoria de los bebés mejora hasta un mes al llegar a los 9 meses de vida.

jueves, 21 de febrero de 2008

Opciones a la hora del parto

En las últimas décadas, las mujeres comenzaron a ejercer un mayor control sobre su propia salud. Hoy en día, muchas de ellas desean tener a sus bebés de manera más natural, en vez de escoger un alumbramiento manejado médicamente. En esta nota, le contamos cuáles son las distintas formas de traer un niño al mundo.


Cuales son las distintas opciones a la hora del parto

• Parto natural moderno:

Generalmente, la futura mamá se lo pide con anticipación al oPstetra de cabecera. El facul­tativo está presente en el parto, pero no Inter­viene a menos que sea necesario; la mujer adopta la posición que le resulta más cómoda y si no lo desea, no re­cibe calmantes.


• Parto asistido:

Es el más común y se realiza bajo el control de los obstetras, de acuerdo con la política que el hospital o sana­torio ¡mplemente. El hecho de que esté supervisado por un es­pecialista, resulta fun­damental para aque­llas mujeres que pue­dan tener complicacio­nes en el embarazo y en el parto.

Se utiliza frecuente­mente anestesia peridural, y el monitoreo fetal electrónico es una práctica habitual. Por medio de esta última técnica, los profesio­nales perciben los pe­queños cambios en el estado del bebé y pueden actuar en con­secuencia. En este ti­po de alumbramiento hay mayor cantidad de Inducciones y cesá­reas.


• Parto hogareño:

Para considerar la po­sibilidad de este tipo de parto, los médicos recomiendan que exis­tan el antecedente de, al menos, un parto normal anterior. La embarazada debe asegurarse de que ésa sea la mejor opción para ella y es esencial que haya contactado previamente una par­tera que la asista.


• Parto acuático:

Se realiza en una pisci­na poco profunda en la cual la incipiente mamá se relaja, cuan­do las contracciones llegan a su nivel más alto. Estas piscinas son, en principio, un medio para aliviar el dolor y no es necesa­rio que el alumbra­miento se produzca en el agua. Los alumbra­mientos acuáticos siempre deben ser su­pervisados por un es­pecialista.


• Parto activo:

Es básicamente aquel en el que la mujer per­manece activa, se mueve libremente y adopta la posición que prefiere. Los métodos de preparación para este tipo de parto ya se han incorporado en los cursos de pre-parto y se ha comproba­do que los movimien­tos y posiciones que permiten que las con­tracciones uterinas se dirijan hacia abajo, empujando al bebé hacia el piso, llevan a un nacimiento más efi­ciente. Ponerse en cu­clillas, arrodillarse, sentarse o permane­cer de pie pueden ayudar a aliviar el dolor y asegurar una mayor comodidad.


• Parto asistido por la pareja

Toda mujer que está por dar a luz, debería tener junto a ella a al­guna persona, ade­más del equipo médi­co, para que le dé aliento y contención. El mejor asistente es su pareja, especialmente si ambos concurrieron a las clases de preparto y él sabe cómo ayu­darla en cada etapa del alumbramiento. Los estudios demostraron que la conten­ción física y emocional de una persona con­fiable, pueden dismi­nuir la necesidad de drogas para aliviar el dolor de una mujer que va a dar a luz.


Las endorfinas, los calmantes naturales:

Las endoríinas son pequeñas moléculas de proteínas, produci­das por células del cuerpo. Actúan como enzimas que disminu­yen el dolor, trabajan­do sobre lugares es­pecíficos del cerebro, la médula espinal y to­das las terminaciones nerviosas. Además, se supone que estas pro­teínas también tienen efecto sobre el control de las reacciones cor­porales frente al es­trés, sobre la regula­ción de las contraccio­nes de las paredes in­testinales y uterinas y sobre la determinación del estado anímico. Cada persona tiene una respuesta endorfí-nica individual, lo cual posiblemente provoca que las reacciones de las mujeres frente al dolor de dar a luz, sean diferentes. En la mayor parte de ellas, la manifestación endorfínica aparece en un cierto momento del proceso del parto, ha­ciendo que, desde ese momento, el trabajo del alumbramiento sea tolerable.

lunes, 18 de febrero de 2008

Padres de niños hiperactivos

A menudo, los padres de niños hiperactivos suelen padecer las consecuencias del trastorno de sus hijos. Como los chi­cos no se quedan quietos en ningún lado, no se los puede llevar al cine, y las salidas a comer son misiones imposibles.


Los padres comienzan a aislarse de su círculo de amigos y a reducir cada vez más su vida social. Además, deben escuchar a los maestros que les dicen que su hijo es un pequeño demonio, que molesta en clase y distrae al resto del alumnado, etc.


Como deben tratarse los padres de niños hiperactivos


La primera medida a tomar y ante la sospecha de hiperquinesia es, sin duda, acudir al médico. Una vez que el tratamiento del niño está en manos de profesionales, es aconsejable que los padres también reciban apoyo psicológico.

Esto les ayudará en el plano per­sonal y en el ámbito familiar, como pareja y como padres. En lo que res­pecta a la vida social, deben intentar seguir llevando una vida normal: fre­cuentar a los amigos, salir en pareja.


Por difícil que resulte, la solución no está en recluirse sino en coordinar ho­rarios, lugares y momentos, de mane­ra que la pareja también tenga su pro­pio espacio.

viernes, 15 de febrero de 2008

Despues del parto

El nacimiento del bebé es, para algunos investigadores, algo así como el inicio del último trimestre del embarazo, ya que la mamá y el bebé tardan ese lapso en cortar un cordón umbilical psicológico y también físico que los mantiene unidos aunque el nacimiento se haya producido. En esta nota, todos los cuidados que deben tenerse en cuenta durante el cuarto trimestre, una etapa maravillosa pero muy delicada para madre e hijo.


Imaginemos que el parto ya pasó. El cordón umbilical ha sido cortado, en consecuencia técnicamente el bebé y la mamá son ya dos individuos, dos seres separados que bien o mal pueden sobrevivir el uno sin el otro. Sin embargo, según algunos investigadores modernos, la mujer seguirá "embarazada" tres meses más, que es el tiempo durante el cual otro cordón umbilical, invisible pero tan fuerte como el original, seguirá conectándola con su niño. Este periodo de tiempo, que en algunos casos se acorta y en otros se extiende un poco, es conocido como la depresion post parto.

¿Qué le sucede al bebé en este lapso? ¿Cómo logrará independizarse de quien le ha dado la vida? ¿Y qué le pasará a la madre? ¿Qué revolución se producirá en sus hormonas, en su psiquis, en su vida de relación y en su vínculo con el mundo? ¿Cómo dejará a lo largo de esta etapa de sentirse embarazada para asumirse lisa y llanamente como mamá? Intentaremos describir en esta nota todo el proceso, un proceso tan complejo como fascinante, del que no siempre tenemos clara conciencia pese a su importancia para la salud de las mujeres, los niños y la futura sociedad.


La mama y el bebe despues del parto



Un cuarto trimestre dividido en cuatro


Existe cierta tendencia social a pensar el nacimiento como un cuento de hadas, como un evento que finaliza allí mismo, obviamente con un final feliz, al que nada hay que agregarle. "El pequeño nació, todos fueron felices y comieron perdices...", es en cierta forma la fantasía que muchas mamas y sus familiares comparten mientras la criatura está formándose en el vientre.

Y de esta forma todo lo que viene después de ese nacimiento, la permanencia en el sanatorio, el inicio de la lactancia, la cicatrización de la episiotomía, la llegada a casa con el pequeño desconocido, las noches de insomnio, las visitas oportunas o inoportunas de los familiares, la vida en pareja y otros muchos cambios -que la maternidad provoca necesariamente en la vida cotidiana— pasan desapercibidos, o al menos son temas tabú de los que nadie habla en voz alta mientras dura la dulce espera.


Abordaremos entonces este período y, para su mejor estudio, lo dividiremos en cuatro momentos fundamentales: Los días de permanencia en la clínica,- la llegada a casa,- el primer mes y el comienzo de la vida sexual.



La permanencia en la clínica


Antiguamente las mujeres solían parir en sus hogares y luego, durante la recuperación, una vecina o familiar cuidaba de los restantes niños. Esta costumbre tenía una cara positiva, ya que la parturienta no debía adaptarse a un sitio nuevo y a un ser nuevo a la vez, pues estaba en su hábitat, y no le era impuesto el agotador ritmo hospitalario (aunque madre y niño estén durmiendo la hora de la revisación médica es sagrada y eso suele impedir un descanso adecuado).

Pero también parir en casa tenía una cara negativa, ya que rara vez la mujer conseguía realmente desentenderse durante un lapso de las tareas domésticas y ocuparse pura y exclusivamente de ella y del niño. Es importante saber que en estos primeros días, aunque todo haya salido bien, madre y niño se encuentran en estado de shock. La mujer sufre una especie de regresión, pues se siente indefensa, requiere de cuidados especiales y también suele hacer lo posible por llamar constantemente la atención del entorno.



Aún la llamada depresión postparto no ha aparecido, ya que suele presentarse junto con la "subida" de la leche, al tercer o cuarto día. Pero las dudas sobre la lactancia, el miedo a la crianza y los dolores del entuerto (cólicos postparto) o de los puntos de episiotomía o ce¬sárea son abrumadores.

Por su parte el bebé está en un ambiente nuevo y agresivo. Sólo el cuerpo, la voz y la leche de su madre logran conectarlo con su vida anterior y por eso lo calman y lo ayudan a perder el miedo. Estos días de permanencia en la clínica son algo así como el inicio del cuarto trimestre, etapa de simbiosis absoluta, en la que madre y niño son aún una entidad y sufren muchísimo cualquier separación física, que lamentablemente a veces es necesaria como en el caso de los niños que permanecen en incubadora por algún problema de salud.